¿Cuáles son los síntomas del estrés?
La palabra estrés ya forma parte de nuestro vocabulario psicológico más elemental. Es uno de esos conceptos que, originalmente técnicos, han penetrado profundamente en nuestra cultura. Por supuesto que no es gratuito. El estrés es uno de los trastornos más frecuentes en este siglo. En este artículo hablo sobre el concepto de estrés, cuáles son sus síntomas, sus causas y su tratamiento.
Tal vez no sepas muy bien qué es el estrés. Pero estoy seguro que conocés sus efectos: dolores de cabeza, tensión muscular, ansiedad, apetito insaciable y muchos otros... En definitiva, el estrés pareciera ser la suma de todos los males.
Sin embargo, esto no es completamente adecuado. El estrés también puede ser bueno. En sí mismo es como una señal de alarma.
Para que se entienda cómo funciona... Nosotros vamos tranquilos por la vida asumiendo responsabilidades y realizando tareas. Aprendemos nuevas habilidades y ponemos en marcha nuevos desafíos. Mientras la relación entre nuestros recursos/habilidades y los desafíos que tomamos esté equilibrada, nuestra vida fluirá con total normalidad.
Las cosas pueden tomar otro tinte repentinamente y nuestra evaluación de la relación recursos/desafíos puede inclinarse hacia uno u otro lado.
¿Qué es el estrés?
El estrés se dispara cuando empezamos a percibir que nuestros recursos no son suficientes para enfrentar los desafíos que la vida nos plantea.
El estrés es una reacción fisiológica del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada.
Se trata de una evaluación individual y completamentamente subjetiva. Acá no vale lo que los otros piensen. Si yo creo que no puedo, entonces no puedo. Y así es como me estreso.
Como dije anteriormente, el estrés es como una señal de alarma que nos avisa que las cosas se están descontrolando un poco. Es una señal muy útil porque nos pone en marcha. En cuanto sentimos que se dispara, buscamos una solución que puede ser diferente según el caso: tomarnos un descanso o abandonar la tarea, encontrar una solución alternativa, aprender nuevas habilidades o mejorar las necesarias.
El problema surge cuando no hacemos nada de eso y nos bloqueamos. Es como si simplemente nos quedáramos viendo lo difícil que es todo sin poder actuar. De esta forma, el estrés aumenta más y más. Y así es como aparecen los síntomas de los que hablábamos antes.
¿Cuáles son los síntomas del estrés?
Los síntomas del estrés pueden afectar tu pensamiento, tu cuerpo, tus emociones y tu forma de comportarte.
En este artículo podés leer una lista más larga de errores comunes de nuestro pensamiento.
El pensamiento puede verse afectado por la irrupción de distorsiones cognitivas o errores del pensamiento. Cuando estamos cansados, el pensamiento nos juega malas pasadas y podemos acabar considerándonos más inútiles de lo que en realidad somos. Algunos de esos errores son las sobregeneralizaciones, exageraciones o creer que todos están contra nosotros.
Tu estado de ánimo es otra de las víctimas del estrés. En él pueden verse efectos como la ansiedad, inquietud, falta de motivación y de concentración, una sensación de que las dificultades nos sobrepasan, enojo e irritabilidad y también tristeza o depresión.Tu cuerpo puede desarrollar síntomas específicos, tales como: dolores de cabeza, tensión y dolores musculares, dolor en el pecho, cansancio, alteraciones en la conducta sexual, dificultades para conciliar y mantener el sueño, problemas estomacales, entre otros.
Algunas alteraciones comunes en el comportamiento producto del estrés son: fluctuaciones en el apetito, aumento de conductas adictivas (como el consumo de tabaco, alcohol o drogas), retraimiento social, desgano, agotamiento y falta de energía para la actividad física.
Estrés bueno y estrés malo
La palabra estrés suele tener una connotación negativa y hace referencia a los efectos negativos del mismo. Me refiero a las consecuencias en el cuerpo, en las emociones, las cogniciones y en la conducta a las que hice referencia cuando hablé de cuáles son los síntomas del estrés.
Sin embargo, como ya habíamos visto al principio, el estrés por sí mismo no es negativo. De hecho, en su función originaria tiene la tarea de ponernos en marcha frente a una amenaza, lo cual es positivo. Cuando esto se cumple, es que hablamos de estrés positivo o eustrés. El objetivo del estrés bueno es activarnos para resolver una situación concreta que nos implica un esfuerzo mayor que el habitual.
Pero cuando el desafío sobrepasa nuestro umbrales, nos sentimos indefensos. Perdemos el fino equilibrio de nuestro organismo. Entonces aparece la ansiedad, la irritabilidad, la ira y el cansancio crónico. Esto sucede poeque no podemos manejar la situación y nuestros recursos no nos parecen suficientes para superar ese desafío. Este es el caso del estrés negativo o distrés.
Estrés postraumático
Merece un apartado especial la cuestión del síndrome de estrés postraumático. Este cuadro psicopatológico es el resultado de haber sido partícipes de un hecho por sí mismo traumático, como un accidente o ser testigo de un hecho catastrófico.
Este trastorno mental tiene características particulares, más extremas que las del estrés del que venimos hablando. Quienes han participado de estos acontecimientos traumáticos experimentan recuerdos recurrentes y aterradores, conocidos como flashbacks. Estas personas también tienen pesadillas frecuentes y, muchas veces, una culpa insoportable.
Debido a su gravedad, es necesario que el tratamiento se realice de manera conjunta entre el psicólogo y el psiquiatra.
Causas del estrés
Existen muchas razones por las que uno se estresa. Los estresores o factores estresantes son numerosos y de diferentes tipos: físicos, químicos, acústicos o culturales).
Los diferentes roles que desempeñamos en nuestra vida producen un conjunto de síntomas característicos y fácilmente identificables. Por ello es que podemos hablar de estrés laboral, estrés del cuidador, estrés docente, o estrés de estudiantes entre otros. El contexto en el que nos desenvolvemos condiciona esos estímulos o estresores y difieren de ambiente en ambiente.
Se dice que las profesiones asistenciales y aquellas que implican un intercambio social permanente producen un tipo particular de estrés llamado, síndrome de burnout o síndrome del quemado.
¿Existe un tratamiento para el estrés?
La respuesta rápida y sencilla es sí. Existe un tratamiento para el estrés. Aunque, para ser más preciso, huelga decir que son varios los tratamientos posibles.
En general, lo que resulta más efectivo es el tratamiento psicológico y psiquiátrico en conjunto. Los médicos psiquiatras suelen medicar a estos pacientes con ansiolíticos, que sirven como tranquilizantes. Estos medicamentos tienen un efecto rápido y resuelven la urgencia.
Al mismo tiempo, es bueno que se realice terapia psicológica. La psicoterapia tiene el objetivo de ayudar a la persona a procesar el hecho traumático y a darle un sentido, siempre que eso resulte posible. La terapia cognitivo conductual ha mostrado dar buenos resultados para reducir el efecto que los pensamientos distorsionados ejercen sobre las emociones.
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