El matrimonio puede enfermar
Este es un ping pong de preguntas y respuestas llevado adelante por las psicólogas Janice Kiecolt-Glaser y Stephanie Wilson para la Knowable Magazine y escrito por Ricki Rusting.
¿Te sientes deprimido o estresado por hostilidades recurrentes en tu matrimonio? ¿Tienes una buena relación, pero tu pareja tiene una enfermedad crónica? En cualquiera de los dos casos, ¡atención! Aunque las personas casadas, en promedio, gozan de mejor salud que los otros, los compañeros en cualquiera de las dos situaciones mencionadas pueden enfrentar un riesgo incrementado de obesidad, enfermedad cardiovascular y otras condiciones. El riesgo varía, por supuesto, pero toma nota: si la esposa de alguien es obesa, entonces el riesgo de su pareja de padecer esa condición se duplica.
Janice K. Kiecolt-Glaser, directora del Institute for Bhavioural Medicine Research en la Ohio State University, y Stephanie J. Wilson, una investigadora postdoctoral en el laboratorio de Kiecolt-Glaser, estudian los efectos de las relaciones íntimas y recientemente reseñaron sobre este asunto en “Lovesick: How Couples’ Relationships Influence Health” en la Annual Review of Clinical Psychology. Aquí nos explican más descubrimientos interesantes. La entrevista ha sido editada para mayor claridad.
¿Es verdad que, en general, estar casado es bueno para uno?
JKG: Muchos estudios diferentes señalan que el matrimonio, en promedio es beneficiosos para las proporciones de enfermedades, recuperación de cirugía, riesgo de cáncer – la mayoría de las cosas. Los efectos de estar soltero son similares en magnitud a los riesgos de ser fumador, tener presión alta, ser obeso o un estilo de vida sedentario.
SW: Un meta-análisis reciente mostró que el efecto en la salud de un matrimonio de calidad era equivalente al de ejercicio diario o a mantener una dieta saludable. Tal vez en una ventana breve de tiempo, los efectos no son tan notables, aunque luego de mayores periodos de tiempo, los beneficios de un buen matrimonio se empiezan a acumular.
Ahora la contraparte. Los estudios revelan que el riesgo de condiciones relacionadas con la obesidad se incrementa dramáticamente en una persona si su pareja tiene esa condición – el riesgo se duplica en el caso de la obesidad por sí misma y aumenta por más del 25% el riesgo de diabetes y síndrome metabólico. ¿Qué explica este contagio?
JKG: Si tu pareja tiene condiciones menos saludables, te da licencias, y quizás una sutil presión social para abrazarlas.
Estar estresado por problemas maritales también se asocia con peores condiciones de salud, ¿cuáles son los efectos más comunes?
JKG: La enfermedad cardiovascular ha sido bien descripta, así como la hipertensión y la totalidad del grupo del síndrome metabólico. La discordia marital duplica el riesgo de síndrome metabólico.
SW: Muchas de las enfermedades crónicas que desarrollan a mayores proporciones en parejas que son infelices pueden ser ocasionadas en parte por la inflamación. Mas allá de eso, una vez que la persona tiene mayor vulnerabilidad para una enfermedad, la severidad de la misma puede incrementarse con los conflictos maritales. Estoy pensando en ciertas condiciones dolorosas que no tendrían raíces en el estrés por sí mismas, pero una vez que aparecen pueden escalar más rápidamente en aquellos con una pobre relación marital.
Así también, el estrés marital y la depresión son buenos compañeros. Un matrimonio infeliz es un excelente caldo de cultivo para la depresión, y ya sabemos de las consecuencias que tiene la depresión en la salud. Se influyen mutuamente. Las personas deprimidas tienden a tener problemas maritales, porque no es muy divertido convivir con alguien que tiene esa condición.
Parece que todos los caminos conducen a la inflamación
JKG: Es una de las vías centrales sobre las que más conocemos, de cualquier manera, hay muchas otras ciertamente. La inflamación está asociada a una variedad de enfermedades. El estrés puede promover la inflamación.
¿Cuál es la ruta biológica que va del estrés a la inflamación?
JKG: Cuando estás estresado, las hormonas del estrés responden. Por ejemplo, la norepinefrina, también conocida como noradrenalina, es claramente sensible al estrés, y también es una hormona importante en la vía hacia la inflamación.
Si tu pareja tiene conductas menos saludables, te da licencias y quizás una sutil presión social para que también las adoptes.
- Janice Kielcolt-Glaser
Las conductas también cambian como resultado del estrés marital. ¿Cómo se relacionan con la enfermedad?
JKG: La mayoría de nosotros no tiende a comer más brócoli cuando está estresado o ninguna de las cosas que nuestra madre nos dijo que hiciéramos: comer saludable, hacer ejercicio, beber moderadamente. Todas esas conductas tienden a empobrecerse con el estrés.
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SW: El sueño es particularmente importante para la salud también, y se ve afectado también por el estrés marital.
¿Estos efectos pueden conducir a una inflamación?
JKG: Todas las conductas de las que hemos estado hablando también se asocian a la inflamación. Cuando comes cosas altas en grasas, una dieta no saludable, ello produce inflamación. La depresión también tiene consecuencias inflamatorias también.
SW: Los trastornos del sueño también se asocian con mucho mayores niveles de inflamación y te predisponen a una variedad de enfermedades crónicas, pero también encontramos que con solo una o dos noches menos de sueño prepara a las parejas a tener una mayor respuesta inflamatoria al conflicto que las parejas que han tenido más sueño en las últimas dos noches.
¿Cómo se demuestra que la discordia matrimonial afecta la fisiología?
JKG: En anteriores estudios de nuestro laboratorio, traíamos parejas y les poníamos un catéter en su brazos y les pedíamos que discutieran de algo sobre lo que no estaban de acuerdo, así podíamos obseravar cómo las hormonas del estrés en su sangre respondía a la calidad del desacuerdo. Cuando las personas son más antipáticas u hostiles, veíamos un incremento mucho mayor de las hormonas del estrés. Podíamos ver las consecuencias biológicas relacionadas con la calidad de la discusión.
Teníamos una tríada de cosas no saludables sucediendo asociadas con la depresión y la negatividad o la discordia en las parejas.
¿Cómo logran que las personas tengan desacuerdos en el laboratorio?
JKG: Las personas llenan un cuestionario con “las áreas de desacuerdo”, donde señalan la intensidad y la cronicidad de problemas maritales comunes – en leyes, finanzas, sexo. Entonces se les pide que resuelvan los problemas que han identificados como problemáticos en ese momento, como: “¿Qué vas a hacer con la madre de la Sra. Jones que siguen viniendo a casa sin avisarnos?”. Grabamos esas discusiones y luego codificamos lo que las parejas hacen.
¿Qué es lo que buscan específicamente?
JKG: Los malos matrimonios generalmente tienen los mismos tipos de síntomas. Una señal clara de estrés es el patrón de retirada de la demanda, cuando una persona dirá que quiere cambiar en algo y la otra persona no quiere discutirlo. La otra señal clara es la escalada negativa: una persona dice algo negativo, el otro responde de la misma manera, y así.
Jan, tu hiciste un estudio mostrando que el malestar en el matrimonio puede alterar el metabolismo, promoviendo el aumento de precio. ¿Cómo hiciste ese descubrimiento?
JKG: Estábamos intentando imitar el aumento de grasa y calorías en las comidas rápidas – el tipo de comida que las personas eligen cuando se sienten estresadas. Trajimos parejas al laboratorio y los alimentamos con una de las dos comidas altas en grasas (uno con una grasa más saludable, con aceite de girasol refinado y otro con grasas saturadas). Ambos tenían un 60% de grasa y 930 calorías. Extrajimos sangre y tomamos medidas metabólicas basales cada dos horas luego del almuerzo durante aquel día, incluyendo una hora antes y hasta cuatro horas después de la discusión.
Encontramos un montón de cosas, para ambas comidas. Cuando una persona tenía un historial de depresión y el conflicto había sido más agresivo, tenían mayores niveles e incrementos más sostenidos de triglicéridos, y su metabolismo era menor: el gasto de energía se disminuyó en 128 calorías. Quizás para una tarde no sea mucho, por podría sumar más de 3,5 kilogramos al año para alguien sujeto a estrés a lo largo del año. También hubo una mayor producción de insulina, que es la forma en que les decimos a las células que almacenen grasa.
Entonces teníamos una tríada de cosas no saludables asociadas con la depresión y la negatividad y discordia en las parejas.
¿Ven algunas diferencias de género en la respuesta al estrés matrimonial?
JKG: Te diría que las mujeres son las más afectadas. Un meta-análisis realizado por un ex alumno de posgrado no realizó esos hallazgos, pero ellos no veían la case de estudios de laboratorio que nosotros hacemos (que son costosos, intensivos y no se hacen usualmente). En éstos, claramente observamos que las mujeres tienen mayor respuesta fisiológica.
Hay una basta literatura psicológica también, que muestra que las mujeres recuerdan tanto los eventos positivos como los negativos con mucho más detalle que los hombres; las mujeres rumian o piensan más que los hombres acerca de esos sucesos. Entonces resultaría sorprendente si no hubiera mayores efectos para la salud de las mujeres. En nuestro laboratorio, cuando teníamos los catéteres en sus brazos y extraíamos sangre durante la conversación, podíamos ver realmente las diferencias en el modo en que las mujeres respondían, comparado con los varones.
La investigación a su vez muestra que, del otro lado del espectro, tener una buena relación puede poner en riesgo la salud de una persona si la pareja está enferma. ¿Qué es lo que sucede en este caso?
JKG: Algunas de las mejores evidencias vienen de casos extremos de esposas cuidando maridos con la enfermedad de Alzheimer. Años atrás, mostramos que el sistema inmune de las esposas tenía menos posibilidades de responder a las vacunas como deberían; las mujeres sanaban sus heridas más lentamente; tenían mayores niveles de inflamación. Eso es un caso extremo, pero ahora también hay buena evidencia en enfermedades menos dramáticas que muestran que la enfermedad de la pareja importa. Y parece que importa mientras mejor es la calidad de la relación, porque te afecta más directamente de alguna forma.
SW: Otro tipo de estudio de laboratorio realizado con una persona que tiene un dolor crónico, como una osteoartritis en la rodilla que afecta su habilidad para andar. Se le pedía al paciente adolorido que realizara una tarea dolorosa mientras era filmado. El video se le mostraba luego a la esposa. Las esposas reaccionaban con un mayor incremento de la presión sanguínea viendo al paciente adolorido comparado con alguien que no lo conocía, y más aún, las esposas de matrimonios felices mostraban efectos mucho más notorios.
¿Este mecanismo es similar al que sucede cuando las parejas tienen problemas en su relación?
SW: Los estresores y las experiencias serán probablemente diferentes. Los procesos empáticos y el estrés del cuidador, más que los patrones conflictivos nocivos. Aunque las vías psicológicas pudieran ser las mismas.
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JKG: Lo que sucede con una pareja enferma también, es que la persona enferma usualmente está menos disponible, por lo que la otra parte pierde mucho de los aspectos positivos del matrimonio, como es el dar y el recibir de las conversaciones y experiencias compartidas.
Las parejas ancianas en un matrimonio feliz de enfrentan a un mayor riesgo para su salud más que cuando gente más joven con un compañero enfermo. ¿Por qué?
JKG: Las parejas más grandes tiene relación más extensas y más intensas. A su vez, mientras más anciano, más vulnerable fisiológicamente. El estrés para alguien en sus veinte es poco probable que lo enferme o tenga grandes repercusiones en su salud, pero sabemos que cuando alguien está entre 65 y 70, la respuesta de su sistema inmune disminuye notablemente, y también aumenta la inflamación relacionada con la edad. Entonces estás agregando estrés sobre una fisiología que de por sí está funcionando más pobremente. Pero también hay una explicación psicológica.
SW: En general, mientras las personas van envejeciendo, hay un descenso del tamaño de la red social, un mayor énfasis en las relaciones que son emocionalmente significativas. Es por esta razón que el mayor peso se lo lleva el matrimonio.
“Con el paso del tiempo, los beneficios de un matrimonio satisfactorio se van sumando”
Stephanie Wilson
¿Qué sucede con los efectos en la salud del estrés en las parejas gay o de las personas que conviven?
SW: Muchos de los estudios solo reclutan parejas casadas heterosexuales, y sobre ese grupo es sobre el que podemos generalizar. Sin embargo, los datos existentes no muestran marcadas diferencias en el proceso de convivencia o en parejas homosexuales.
¿Existe alguna manera particular para proteger la salud cuando las parejas tienen problemas matrimoniales?
JKG: Existe alguna evidencia de que los problemas maritales serán más responsivos a la terapia de pareja, más que a la terapia individual. Se puede enfocar en la utilidad, o la falta de utilidad, de la forma en que las parejas están pensando sobre problemas específicos.
SW: Y puede estimular que uno haga el esfuerzo de ponerse en el lugar del otro para enfrentar los problemas como un equipo. Sólo tenemos pocos estudios para ver al respecto. Pero han mostrado que, sin importar el enfoque específico, si la terapia es efectiva para reducir los problemas maritales, vemos una declinación en la reactividad de la hormona del estrés.
Para limitar la tensión cuando la pareja está enferma, se aconseja a la esposa que “sea compañera”. Pero, ¿cómo hacer eso sin ser una molestia o demasiado crítico?
SW: Mucho de este trabajo ha mostrado que acompañar a la persona en su independencia, esencialmente diciendo: “Creo en ti, esto es un desafío, pero tú puedes hacer esto”, puede incrementar la autoconfianza de la pareja, lo cual será beneficioso. Ser empático también ha resultado efectivo; escuchar activamente lo que la pareja quiere compartir, para mostrar que eres su soporte, en general ser amoroso y cariñoso.
En sus propias relaciones, ¿han utilizado algo que hayan aprendido de esta investigación?
JKG: Sí, la idea de que prestes atención a tu relación; de que importa lo que dices acerca de ella y lo que piensa sobre ella. Y que es importante que tengas cuidado de ti mismo, tanto como cuidar de tu compañero, cuando tu compañero está enfermo.
Mi esposo tiene la enfermedad de Alzheimer. Al principio, cuando le diagnosticaron un deterioro cognitivo moderado, vi cómo todo se iba por la borda. El caso es que nuestras vidas han sido muy entrevistadas. Él era mi colaborador más importante en mis investigaciones y éramos muy cercanos. Teníamos una muy buena relación. Entonces intenté asegurarme tener mi vida aparte de mi matrimonio, e intenté muy duro cuidar mi propia salud. Bien sabía entonces lo que pasa con las personas que no cuidan de sí mismas.
Cuando las relaciones no se terminan, ¿también causan todo tipo de ansiedades, depresión y estrés? ¿Qué es peor para la propia salud: quedarse en una relación no ideal o quedarse solo?
SW: La evidencia es mixta. Un estudio encontró que los solteros tenía una menor presión arterial de reposo que gente en un matrimonio infeliz, pero un estudio sobre personas con artritis reumatoidea encontró que los solteros y los infelizmente casados se encontraban en un monto similar de dolor. En ambos casos, los felizmente casados tenía muchísimos mejores resultados. En cuanto al divorcio, la mayoría de la gente lo enfrenta bien y se recuperan rápido luego de la ruptura, pero una consistente minoría (10-15%) luchan y tienen mayores riesgos para su salud como resultado. En cuanto a la soledad, es posible sentirse solo en un matrimonio; rodearse de otros amigos y familiares parece ser especialmente importante para evitar la soledad de los que no han contraído matrimonio.
¿Hacia dónde se dirige esta investigación ahora?
JKG: Stephanie y yo estamos trabajando en un proyecto de microbioma. Estamos reclutando parejas y recogiendo muestras fecales para ver cómo la calidad del matrimonio y el estrés matrimonial se refleja en las bacterias del intestino.
¿Qué es lo que harán con esa información?
JKG: El microbioma puede ser un conducto importante para la inflamación. Lo que se llama “colon irritable”, tienes endotoxina, una toxina bacteriana de una cierta bacteria, filtrándose por la barrera intestinal. Eso aumenta la inflamación. Podemos ver cómo la dieta de la persona afecta su microbioma, y ver si intervenciones en la dieta pueden ser útiles para reducir la inflación en las personas que experimentan estrés en el matrimonio. Entonces la investigación ofrece la posibilidad de encontrar intervenciones que de otra forma nunca hubiéramos pensado.
¡Hola, lector! Soy el creador de Psicositio. Disfruto mucho dando a conocer esta interesantísima ciencia que es la psicología. Ojalá disfrutes de la lectura. ¡No olvides dejarme tus impresiones en los comentarios!
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