¿Cómo cambiar para bien?

¿Cómo cambiar para bien?

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Hay momentos en la vida en que, con cierta virulencia, nos asalta la pregunta ¿Cómo cambiar para bien? ¿cómo puedo cambiar mi vida radicalmente? Parece ser que cada vez que iniciamos una nueva década en nuestra vida, ya a los 30 años, a los 40 o incluso después, intuitivamente hacemos una evaluación de cómo van nuestros días. Y, aunque seamos felices por lo logrado, también es cierto que hay cosas de nuestra forma de ser o de nuestro estilo de vida que pueden reclamar una transformación.

En esta guía hablamos de los pasos que se atraviesan en los procesos de cambio. Esta serie está hecha en base a las investigaciones de James Prochaska y Carlo Diclemente, quienes intentaron elaborar un modelo para explicar qué, cómo, cuándo y por qué cambian las personas.

Cómo cambiar para bien en 6 pasos

Lo primero que huelga decir es que el proceso de cambio no es lineal, como uno podría llegar a pensar. Habitualmente, cuando se decide hacer una transformación en la vida, como dejar de fumar o abandonar el alcoholismo, se realizan marchas y contramarchas. Dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás. La estructura del cambio tiene más la forma de una espiral en la que, de alguna manera, uno pasa por el mismo lugar mientras se va acercando a la meta.

Por lo cual, las siguientes etapas no deben entenderse como pasos rígidos, sino como momentos que se atraviesan de manera recurrente y en dirección a nuestro objetivo.

Cambiando para bien

1º Paso: Dejar de mirar hacia otro lado – Precontemplación

Nuestras distorsiones cognitivas nos impiden ver lo problemático de nuestra vida.

El primer momento del cambio es el no cambio. Para que se produzca el movimiento es necesario vencer la inercia. El caso es que muchas veces nos encotramos en la situación de no cambio. Somos pre contempladores. No vemos o no queremos ver. Tal vez haya algo que los otros denuncian y nosotros no queremos enfrentar. No lo problematizamos, nos sentimos a gusto. Y si no hay problema, ¿para qué cambiar?

Lo primero que debe suceder para llevar adelante cambio pequeño o uno radical es decir cambiar, es decir, iniciar el movimiento hacia la contemplación.

2º Paso: Empezar a preguntarse – Contemplación

El negador crónico, el precontemplador, sale de su cómodo sitio de no cambio y se abre a la pregunta. Todavía no está decidido a cambiar. Está observando detenidamente, contempla lo que ya puede definir como un problema. “Quiero dejar de sentirme así”. Tratan de comprender su problema, las causas y aproximarse a posibles soluciones. No hay todavía una real intención de cambio, pero al menos se ha vencido la obstinación y la ceguera del estadio anterior.

3º Paso: ¡Preparados, listos…! – Preparación

Cuando estamos en esta fase podemos decir que estamos motivados.

El siguiente momento es alistarse para el inicio. Los pensamientos no se dirigen más a darle vueltas al problema, si no que se orientan a su solución. Es un vuelco hacia la práctica. Se hacen algunos ajustes necesarios y se hace pública la intención de cambio. Dentro del próximo mes se realizará el cambio de comportamiento.

4º Paso: Ahora sí… ¡Fuera! - Acción

Cumplido el tiempo de espera y habiéndose preparado oportunamente, uno se lanza a la acción. O a la inacción (siempre que el cambio se trate de abstenerse de ciertos comportamientos). En todo caso, la acción del cambio es siempre un movimiento positivo, aunque el cambio implique quedarse quieto.

Aquí es donde se ven los primeros grandes signos de progreso. Muchos se ven tentados a confundir esta etapa con el cambio en sí y con el estadio final. Quienes inician la acción se encuentran altamente motivados y hay quienes pueden sostenerse firmes. De cualquier forma, no es conveniente confundir acción con cambio. Quien así lo hace, corre el riesgo de desesperar y abandonar el proceso frente a la primera recaída. El éxito final no depende exclusivamente del movimiento realizado en este momento, sino en mantenerse motivado a través de todos los estadios.

5º Paso: Ser firmes – Mantenimiento

El gran esfuerzo de aquel que quiere operar un cambio en su vida es mantenerse firme en su resolución. La motivación inicial puede dejar de tener fuerza y entonces hay que buscar nuevas razones por las cuales sostener el cambio de comportamiento. Quienes atraviesan este estadio deben estar atentos para prevenir las recaídas. De cualquier manera, deben estar advertidos que las recaídas suceden y ello no nos devuelve, necesariamente, al punto inicial.

6º Paso: ¡Llegamos! – Finalización

La paradoja del cambio de rogersEl último momento del proceso de cambio es la utópica situación de la finalización. En esta etapa no se teme las recaídas, porque el cambio ya ha operado y no hay riesgo de que la conducta indeseada vuelva a aparecer.

Es importante advertir que no todos los problemas tienen una etapa de finalización. En esos casos, la superación del problema se da con un mantenimiento permanente que durará toda la vida.

La Terapia Cognitivo Conductual es un gran soporte para los procesos de cambio.

 

El cambio es lo único cierto que tenemos en nuestra vida. Desde que nacemos hasta que morimos, vivimos en un constante devenir. Así también es cierto que hay momentos específicos que la vida nos reclama un viraje. Afortunadamente, tenemos la posibilidad de elegir aquellos cambios que queremos producir. Todos bregamos por nuestro bienestar y es bueno sentirnos acompañados. Otros pueden ayudarnos a identificar el momento y el modo adecuado para iniciar este camino.

 

¿Vos estás realizando algún cambio en tu vida? ¿En qué etapa te encontrás?

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Francisco Javier González del Solar

¡Hola, lector! Soy el creador de Psicositio. Disfruto mucho dando a conocer esta interesantísima ciencia que es la psicología. Ojalá disfrutes de la lectura. ¡No olvides dejarme tus impresiones en los comentarios!

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